Como hemos visto "hace poco" la película de La Ola, Carlos nos ha mandado hacer un pequeño trabajo sobre los experimentos que se hicieron en los años 6O. Hay cuatro experimentos que vamos a ver:
1.- Experimento de Milgram:
Fueron unos experimentos que llevó a cabo Stanley Milgram, en la Universidad de Yale. Milgram ideó estos experimentos para responder a la pregunta: ¿Podría ser que Eichmann y su millón de cómplices en el Holocausto sólo estuvieran siguiendo órdenes? ¿Podríamos llamarlos a todos cómplices?
El experimento necesita tres personas: El experimentador (Milgram), el maestro (el voluntario que no sabía que le estaban haciendo el experimento) y el alumno (El cómplice al que el maestro tenía que castigar si fallaba el experimento). El maestro, descargaba una pequeña descarga eléctrica que iba aumnetando cada vez que el alumno fallaba una respuesta, pero, el alumno realmente fingía. Algunos de los "maestros" paraban. Otros, preguntaban la razón y otros, en cambio, seguían.
Nuestra opinión: Nos parece increíble que a alguien se le pudiera ocurrir algo así. Pero aun así, el experimento estaba bien planteado y nos resulta sorprendente que hubiera alguien que, aún sabiendo que le está haciendo daño a la otra persona, siguiera.
2.- Experimento de la cárcel de Stanford:
Fue llevado a cabo en 1971 por un equipo de investigadores liderado por Philip Zimbardo de la Universidad de Stanford. Se escogieron 24 personas, 12 de ellos fueron los prisioneros y los otros 12 que quedaban los guardias. La elección se hizo por sorteo. Cada uno de ellos aceptó aceptó sus roles, tanto que los guardías emperzaron a mostrar un comportamiento sádico y los prisioneros aceptarlo.
Nuestra opinión: Pensamos que es un experimento extraño; que a alguien se le ocurriera algo así y que además se le escapara de las manos no puede ser normal. Como tampoco es normal el comportamiento de las personas que ejercían de carceleros.
3.- Experimento de Sherif:
El experimento trata sobre como la influencia del grupo puede hacernos cambiar de opinión. Se utilizaba un punto luminoso en una habitación oscura para comprobar que, estando la persona sola, adivinaba la distancia, y que cuando entraba gente y decían lo contrario la persona que antes había estado solo decía lo mismo que los demás.
Nuestra opinión: Este sí que es un experimento útil para comprobar como la persona que piensa una cosa cambia de opinión solo por no sentirse diferente a los demás.
4.- Experimento de Asch:
Es un experimento muy parecido al anterior, solo que con la diferencia de que en vez de utilizar un punto de luz se utilizaban rayas, y había que elegir entre las tres opciones más parecidas. En este experimento algunas personas sí mantenían su opinión y si se confundían lo atribuían a su mala vista.
Nuestra opinión: Es un experimento muy parecido al anterior y los resultados son muy parecidos.
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1 comentario:
Alucinantes... ¿no?
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